Las zonas marginales, el desempleo y la baja en el volumen de las exportaciones, estancan a Nicaragua como el de menor progreso económico de Centroamérica.
Erika Barrantes Ramírez
erikabramirez@gmail.com
Erika Barrantes Ramírez
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Durante los años de 1970 y 1980, Nicaragua se convirtió en uno de los países con l
a economía de más rápido crecimiento en América Central y una de las que lideraba el desarrollo en América Latina. Sin embargo desde el 2006, la inflación se ha elevado y el progreso económico del país se ha estancado.
Su puesto de competitividad, en aspectos económicos, ocupa el puesto 120 de 134 naciones, según informes del Foro Económico Mundial. Su producto interno nominal (PIB) apenas llega a $5,723 millones, mientras que el de Guatemala, es casi 7 veces mayor.
Con un PIB per cápita de unos $2,900, Nicaragua es el único país (junto a Haití) del Hemisferio Occidental cuyo PIB per cápita no supera los $3,000.
Los elementos que marcan la dificultad económica nicaragüense son claros; la baja en las exportaciones, amenazada también por los efectos de la crisis internacional y los conflictos internos de gobernabilidad, muestran el decrecimiento de los volúmenes exportados en un 1.5%, 3.1% y 6.6% para los meses diciembre, enero y febrero, anterior.
El desempleo es uno de los problemas de este país centroamericano que afecta a 4 de cada 10 jóvenes en la fuerza laboral. Este año se reportó el incremento de entre 30 y 50 mil personas desempleadas y aumento de entre 33 y 64 mil pobres.
Las zonas marginales y las condiciones sociales han sido razón para la migración de nicaragüenses a otros países, que ofrezcan mejores posibilidades y condiciones de vida. Entre ellos Costa Rica, el cual ha sido destino desde los años setentas y ochentas por la fuerte movilización de desplazados políticos y refugiados. Hoy día la migración está motivada por la crisis económica y la falta de empleo.
La pobreza viene a marcarse con la evasión fiscal, un problema en el que la mayoría quiere hacerse rico sin pagar impuestos, esto se convierte en una de las principales causas de la baja del PIB.
Otro factor es el salario mínimo, el cual se reporta como el más bajo de Centroamérica.
Ante la crisis existente, el Gobierno de Daniel Ortega ha sugerido la unidad de todas las fuerzas económicas, sociales y políticas del país por encima de rivalidades y rencillas, procurando evitar la politización con responsabilidad patriótica.
También se procura incrementar la cooperación con los países centroamericanos y los que integran la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), así como potenciar las relaciones en comercio e inversiones con Brasil, China, India, Irán, Rusia y Taiwán.
El gobierno pretende hacer resurgir la economía de Nicaragua con estrategias nuevas buscando ofrecerle a su país posibilidades laborales, desarrollo y condiciones sociales dignas y aptas para el progreso de su pueblo.

Su puesto de competitividad, en aspectos económicos, ocupa el puesto 120 de 134 naciones, según informes del Foro Económico Mundial. Su producto interno nominal (PIB) apenas llega a $5,723 millones, mientras que el de Guatemala, es casi 7 veces mayor.
Con un PIB per cápita de unos $2,900, Nicaragua es el único país (junto a Haití) del Hemisferio Occidental cuyo PIB per cápita no supera los $3,000.
Los elementos que marcan la dificultad económica nicaragüense son claros; la baja en las exportaciones, amenazada también por los efectos de la crisis internacional y los conflictos internos de gobernabilidad, muestran el decrecimiento de los volúmenes exportados en un 1.5%, 3.1% y 6.6% para los meses diciembre, enero y febrero, anterior.
El desempleo es uno de los problemas de este país centroamericano que afecta a 4 de cada 10 jóvenes en la fuerza laboral. Este año se reportó el incremento de entre 30 y 50 mil personas desempleadas y aumento de entre 33 y 64 mil pobres.
Las zonas marginales y las condiciones sociales han sido razón para la migración de nicaragüenses a otros países, que ofrezcan mejores posibilidades y condiciones de vida. Entre ellos Costa Rica, el cual ha sido destino desde los años setentas y ochentas por la fuerte movilización de desplazados políticos y refugiados. Hoy día la migración está motivada por la crisis económica y la falta de empleo.
La pobreza viene a marcarse con la evasión fiscal, un problema en el que la mayoría quiere hacerse rico sin pagar impuestos, esto se convierte en una de las principales causas de la baja del PIB.
Otro factor es el salario mínimo, el cual se reporta como el más bajo de Centroamérica.
Ante la crisis existente, el Gobierno de Daniel Ortega ha sugerido la unidad de todas las fuerzas económicas, sociales y políticas del país por encima de rivalidades y rencillas, procurando evitar la politización con responsabilidad patriótica.
También se procura incrementar la cooperación con los países centroamericanos y los que integran la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), así como potenciar las relaciones en comercio e inversiones con Brasil, China, India, Irán, Rusia y Taiwán.
El gobierno pretende hacer resurgir la economía de Nicaragua con estrategias nuevas buscando ofrecerle a su país posibilidades laborales, desarrollo y condiciones sociales dignas y aptas para el progreso de su pueblo.